Vía de la Plata: Etapa 13

Salimos por el arcén de la carretera del día de ayer, desviandonos al rato por un camino ascendente hacia cerro Garrote. Bordeando toda esta zona iremos apreciando desde lo alto toda la zona del embalse y el antiguo Camino de la Plata. Poco a poco comenzaremos a llanear por la ladera del pico Silleta, en dirección a Cañaveral y por caminos muy similares a los de la jornada de ayer. Desde el desvío que marca Cañaveral aún tenemos por delante unos tres kilómetros ,existiendo la posibilidad de omitir esta parada y proseguir hasta Grimaldo directamente, siguiendo de frente sin tomar ese desvío. Si decidimos bajar hacia el puente de San Benito enlazaremos a escasos metros con la nacional, la cual nos llevará directamente a la localidad extremeña de Cañaveral. Una vez allí podremos visitar su iglesia parroquial de Santa Marina o el Santuario de Nuestra Señora del Cabezón. Tras esta parada técnica seguimos por asfalto hasta la ermita de san Cristóbal, a algo más de cuatrocientos metros de altitud y desde la cual seguiremos ascendiendo un poco más hasta coronar el alto de los Castaños por la carretera nacional. Una vez superada esta dejamos a un lado el asfalto para internarnos por un sendero que conduce a una cantera próxima. Tras un tramo algo empinado el camino se suavizará justo al entrar en un pinar, desde el cual llegamos a un sendero asfaltado por el que podemos descender si no queremos continuar por el camino anterior. Si seguimos por carretera, al llegar a un cruce deberemos torcer a la derecha, y si continuamos por el camino tendremos que cruzar por una cancela y pasar bajo un puente antes de acceder a Grimaldo, punto y final de esta etapa.

No olvides tener en cuenta:

Como en etapas anteriores debemos ir bien cargados de agua y provisiones en general, sobre todo en verano donde los golpes de calor por la falta de sombra pueden jugarnos una mala pasada. Salvo esto, esta etapa no supone dificultades añadidas para ciclistas o personas con movilidad reducida.