Camino Francés: Etapa 9

Información

Sobre esta etapa

Distancia y elevación

Perfil de la etapa

Km 0 – Inicio

Emprenderemos la etapa de hoy bordeando el monasterio de Santa María la Real, en el cual podremos apreciar los múltiples estilos arquitectónicos presentes en la fachada. Su construcción corrió a cargo del rey Don García Sánchez III, para, según cuenta la leyenda, rendir culto a la Virgen. Supuestamente esta le había ayudado durante una cacería, topándose en una cueva con una misteriosa imagen de la Virgen, una campana y un jarrón de lirios. Esta edificación destaca por el conocido Claustro de los Caballeros, lugar de enterramiento de numerosos nobles desde el siglo XVI.

Por un lateral del monasterio, seguimos por la calle Costanilla dejando atrás Nájera rumbo a Azofra tras cruzar el arroyo de Pozuelos o de Valdecañas. Una pista asfaltada nos dirigirá directamente al primer municipio que encontraremos en esta etapa. Cruzaremos Azofra por su calle principal, donde encontraremos la mayoría de los servicios. Es conveniente resaltar que no encontraremos ningún establecimiento hasta diez kilómetros más adelante, por lo que conviene aprovisionarse para evitar quedarnos sin agua, sobre todo en los meses más calurosos. Este pueblo-calle de origen árabe fue edificado por y para el Camino; incluso contó con un hospital de peregrinos en funcionamiento hasta el siglo XIX. Aquí podremos visitar la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, que alberga una talla del Apóstol Santiago.

Km 5,7 – Azofra

Al llegar a un parque deberemos decidir qué camino tomar: uno sigue el trazado original hasta Cirueña y el otro se desvía hacia San Millán de la Cogolla, cuyo monasterio esconde numerosos tesoros milenarios. Ambos caminos se vuelven a encontrar más adelante para seguir el trazado hasta Cirueña.

Si optamos por ir hacia San Millán (a algo menos de veinte kilómetros), tomaremos la carretera LR-206 con dirección a Alesanco. Muchos peregrinos deciden visitar este pueblo ya que acoge dos monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad: los monasterios de Suso y Yuso, actualmente conocidos ambos por el nombre de Monasterio de San Millán, a pesar de ser monumentos gestionados independientemente. En ellos se esconden tesoros de valor inmensurable, como el Escritorio de San Millán, uno de los más antiguos de Europa, y multitud de códices que dan muestra del importante valor cultural de esta localidad. En alguno de estos textos se recogen las primeras palabras escritas en euskera y navarro-aragonés, siendo por ello conocida San Millán como la “Cuna de la lengua”. Para reencontrarnos con el resto de peregrinos que decidieron no detenerse en esta localidad, tan solo deberemos seguir la carretera LR-204 o Villar de Torres, la cual enlaza más adelante con el trazado original.

Si por el contrario, decidimos no visitar San Millán, deberemos continuar por la carretera dirección a Alesanco por la derecha. Debemos estar atentos para que la Fuente de los Romeros no nos pase desapercibida, ya que se encuentra medio escondida bajo la carretera. Aquí tomaremos un desvío a la izquierda para proseguir a través de sendas asfaltadas y de tierra unos kilómetros más.

Antes de llegar al Cerro de los Templarios nos cruzaremos con un “rollo” del siglo XVI, monumento indicativo de que nos encontramos en una zona de realengo. En muchos casos, esta columna de piedra era utilizada para ajusticiar a bandidos y malhechores, en dicho caso su correcta denominación sería la de “picota”.

Siguiendo por momentos el trazado de la N-120 nos percatamos del cambio en el paisaje. Estamos dejando atrás La Rioja y los campos de cereal típicos de Castilla nos lo demuestran. Nos quedan por delante unos duros kilómetros donde, la ausencia de servicios y a través de senderos sin sombra alguna, nos hará desear aún más si cabe llegar a nuestro destino. Un merendero nos servirá para recomponerse y poder proseguir en buenas condiciones hacia Cirueña, tras haber bordeado un campo de golf y un área residencial de nueva construcción.

Km 14,9 – Cirueña

Aquí podremos desviarnos a mano derecha hasta Ciriñuela, localidad que cuenta también con todos los servicios. Si seguimos por el área residencial, tras superar un pequeño repecho giraremos a la izquierda y pasaremos por delante del bar del campo de golf. Por la calle Barrio Bajero llegaremos a una carretera y a una rotonda más adelante, por la cual seguimos de frente hacia una pista agraria.

Tras un tranquilo paseo entre campos de cereal vislumbramos por fin la majestuosa catedral de Santo Domingo de la Calzada. Nos internamos en esta localidad a través de un conjunto de naves industriales en las afueras y de su campo de fútbol. Giramos a la izquierda hacia las calles 12 de Mayo y Mayor y daremos por finalizado el día de hoy, no sin antes visitar su monumento más preciado. Su concatedral, declarada Bien de Interés Cultural, fue construida sobre una primitiva iglesia románica en el siglo XII, predominando una amalgama de estilos arquitectónicos (desde el románico hasta el barroco o gótico). Frente al sepulcro, podremos rememorar la leyenda del gallo y la gallina.

Según crónicas populares, en el siglo XIV una joven riojana se enamoró de un peregrino alemán que se hospedaba con sus padres en una posada, pero esta es rechazada. Por despecho, coloca una copa de plata entre sus pertenencias y posteriormente lo acusa de robo. Como respuesta, el muchacho es condenado a la horca pero, tras ser ajusticiado injustamente, abre los ojos y les dice a sus padres que está vivo gracias a la gracia del Apóstol. Cuando sus progenitores se disponen a comunicárselo al regidor, el cual estaba comiendo en ese mismo momento unas aves asadas, este proclama: “vuestro hijo está tan vivo como este gallo y esta gallina que me disponía a comer antes de que me importunarais”. Inmediatamente después, las aves salen cantando y volando del plato, dejando a todos los presentes petrificados. Así nació el dicho de “en Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada”.

Km 20,7 ‧ Santo Domingo de la Calzada