Camino Francés: Etapa 6

Información

Sobre esta etapa

Distancia y elevación

Perfil de la etapa

Km 0 – Inicio

Dejaremos atrás Estella por la calle de San Nicolás, en la orilla opuesta del río Ega. Nos despedimos por el camino del majestuoso Palacio de los Reyes de Navarra y la iglesia de San Pedro. Deberemos seguir el curso de la carretera hasta llegar a una gasolinera; una escultura emplazada en una rotonda será nuestro punto de referencia para desviarnos hacia la derecha. Tan sólo un kilómetro y medio después entraremos en el antiguo señorío eclesiástico de Ayegui.

Km 1,8 – Ayegui

Vamos en busca de la famosa fuente del vino de Irache, pero antes de llegar a ella debemos dejar atrás otra fuente en donde se señala la localización del albergue de esta localidad. Descenderemos hacia la carretera nacional de nuevo para, tras un pequeño tramo, saciar nuestra sed y brindar con nuestros compañeros de viaje en uno de los dos grifos de carácter gratuito. La elección es nuestra, de uno brota agua fresca y del otro mana vino de las propias bodegas de Irache.

Tras esta parada obligatoria nos dirigimos a uno de los monasterios más importantes de toda la comunidad navarra: el monasterio medieval de Irache. A lo largo de la historia ha acogido a multitud de caminantes, ya que como muchos otros monasterios del Camino, en su día fue un hospital de peregrinos (de hecho fue el primer hospital de peregrinos de toda Navarra). Sus muros también presenciaron los horrores de la guerra, con un centro hospitalario durante los enfrentamientos carlistas, las enseñanzas impartidas en la universidad y posteriormente reconvertido en centro de religioso. No podemos dejar pasar la oportunidad de detenernos para apreciar uno de los conjuntos monumentales más importantes de la comunidad foral.

Km 4 – Irache

El Camino prosigue un poco más adelante, presentándose ante nosotros dos opciones: la primera, algo más corta y de frente, cruza las laderas de Montejurra por una zona boscosa hasta Luquin y la segunda discurre por el ramal de la derecha hasta Azqueta y Villamayor de Monjardín. Esta última es la ruta original y la que siguen la mayoría de peregrinos, por lo que en este caso tomaremos el desvío a la derecha. Deberemos toparnos de nuevo con la N-111, la cual cruzaremos para seguir por una vía secundaria, entre un camping y una urbanización. Salvo el cruce por la carretera de Igúzquiza, lo que queda de camino hasta Ázqueta discurre por sendas de labradío y campos de carrasca que supondrán un reto para nuestras piernas ya que los desniveles serán constantes.

Km 7,3 – Ázqueta

Si nos hemos dejado en casa nuestro bastón de trekking o hemos perdido nuestro punto de apoyo, Pablo Sanz Zudaire, o más conocido como Pablito el de las Varas, está ahí para proporcionarnos uno muy amablemente. Nadie mejor que él para explicarnos todos los trucos del correcto uso de los bastones de avellano, toda una ciencia que nos ayudará a realizar lo que resta de Camino en condiciones óptimas. Sus conocimientos no son casuales ya que se le considera una de las primeras personas en realizar el Camino en bicicleta, allá por los años sesenta, y desde aquella lo ha realizado tantas veces, a pie y sobre ruedas, que ni recuerda el número exacto. Nos despedimos de Pablo y seguimos hacia unas naves industriales, tomando un camino hacia la izquierda y adentrándonos de nuevo entre viñedos.

Km 9 – Villamayor de Monjardín

Justo antes de alcanzar la cima de Villamayor de Monjardín podremos refrescarnos en la Fuente de los Moros, aljibe que desde el siglo XIII sacia la sed de los peregrinos que ascienden a esta cumbre. Conviene hacer una pausa tanto para abastecernos de víveres y bebidas (a partir de Monjardín hasta el final de la etapa no encontraremos más servicios) como para apreciar una de las joyas del Camino: la Iglesia de San Andrés. Este templo del siglo XII alberga en su interior una impresionante cruz procesional de plata, aunque su portada románica con capiteles, rememorando la batalla entre Carlomagno y un príncipe Navarro, no desmerecen tampoco su exterior. En lo alto del pueblo se encuentran los restos del antiguo castillo de San Esteban de Deyo, declarado Bien de Interés Turístico Nacional.

Despedimos la villa medieval entre viñedos y repechos descendentes que dan paso a pistas infinitas sobre los campos de labradío y carreteras secundarias. Son algo más de dos horas en las que debemos armarnos de paciencia, ya que el paisaje puede resultar algo monótono. Antes de llegar a Los Arcos, un bar ambulante con nombre La Flecha Amarilla sirve bebidas frías, bocadillos y hasta platos combinados a los peregrinos que viajan en temporada alta (normalmente de abril a octubre).

Tan solo una hora y media nos separa de Los Arcos, localidad a la que accedemos por su calle Mayor. En la plaza de Santa María podemos hacer un pequeño descanso y visitar la iglesia del mismo nombre. Para algunos aquí termina esta sexta etapa, pero muchos otros sacarán fuerzas para seguir hasta Torres del Río. Tras cruzar el Portal de Castilla y posteriormente el río Odrón, seguiremos por una pista paralela a la N-111. Unos tres kilómetros más adelante, cuando la flecha nos lo indique, nos desviaremos a mano derecha hasta el regato de San Pedro, entrando en Sansol por carretera.

Km 21,3 ‧ Los Arcos