Camino Sanabrés: Etapa 10

Saldremos de la ciudad ourensana en busca del parque de San Lázaro. Para ello, desde el albergue, giraremos a la derecha y luego a la izquierda por la avenida Bedoya. Ya en el parque, seguimos por la rúa do Concello hasta la plaza Concepción Arenal y llegamos rápidamente al río Miño, continuando por su margen siguiendo la avenida de As Caldas. Unos metros más adelante se nos presentarán las dos alternativas posibles para continuar hasta Cea.

• Si giramos a la derecha nos dirigiremos a Cea pasando por Tamallancos y Sobreira, sumando en total unos veintidós kilómetros en total de etapa. Tras girar nos adentramos en la avenida de Santiago hasta desembocar en una estación de servicio, donde de nuevo nos desviamos a la derecha. Por la calle Camiño Real llegamos a la nacional, la cual cruzamos para internarnos en el barrio de Pereira. Un poco más adelante giramos a la izquierda por un camino empedrado y en ascenso hasta una plazoleta. Tras recuperar momentáneamente el aliento seguimos ascendiendo, topándonos de nuevo con la nacional y poco a poco transformándose el camino empedrado en otro mucho más confortable. El primer núcleo por el que cruzaremos en la jornada de hoy es Sartédigos, pero no encontraremos servicio alguno hasta Tamallancos a casi seis kilómetros desde aquí. Justo al salir a una pista giramos a la derecha para enlazar con otro camino hasta la carretera. A menos de cien metros la abandonamos por la derecha ascendiendo por Outeiros da Forca y cruzando de nuevo la nacional. Seguimos de frente por otro camino, el cual de nuevo nos conducirá a la N-525 previo paso por unas naves industriales. En Tamallancos podremos hacer un alto y tomar algo en alguno de sus establecimientos o abastecernos para lo que queda de etapa. Mientras tanto podremos visitar su iglesia románica de Santa María, para a continuación seguir por pistas hasta Bouzas, ya en el concello de Vilamarín. Allí tendremos que ir en busca otra vez de la nacional, cruzándola de nuevo e internándonos por un camino entre hórreos. Traspasamos la aldea de Sobreira y el río Barbantiño un poco más adelante para cambiar de ayuntamiento en el lugar de Faramontaos, perteneciente ya al concello de Cea. Nos quedan por delante unos cinco kilómetros de pistas asfaltadas, algunas con gran pendiente, y la cercana presencia de la N-525 hasta Viduedo. Nada más salir de esta población abandonamos la nacional por un camino que se abre ante nosotros a la derecha y que conduce a Casasnovas, a tan sólo un par de kilómetros de nuestro destino, San Cristovo de Cea. Este concello es famoso por la calidad de su pan y la presencia del imponente monasterio de Oseira.
• En cambio si optamos por seguir de frente nos ahorraremos un par de kilómetros pero a cambio tendremos que subir por la conocida “costiña de Canedo”. Antes de llegar a ella tendremos que seguir la nacional durante algo más de dos kilómetros hasta un restaurante, donde giramos a la izquierda por una calle ascendente entre naves industriales. Salvaremos a continuación las nuevas vías del AVE y luego la vía del tren, punto de comenzaremos la famosa ascensión. Además de la pendiente tendremos que sufrir la monotonía de la carretera local y del asfalto, prestando mucha atención en todo momento al tráfico. Tras otros dos kilómetros llegamos a Castro de Beiro, donde cruzamos de nuevo la carretera para continuar de frente por un sendero de tierra que muere de nuevo en la carretera. Seguimos ahora por la OU-526 momentáneamente hasta dejarla a la derecha cerca de Reguengo, lugar ideal para hacer una pausa y tomar algo. Continuamos siempre de frente para cruzar más adelante otra vez la carretera y girar a la derecha por un camino arbolado hasta el puente que da acceso a Mandrás. Siguiendo siempre de frente cruzamos esta localidad para salir a una carretera y continuar por la derecha hasta Casanovas. Salimos de aquí por una pista rodeada de árboles y al rato salimos a la OU-405, cruzándola por un paseo inferior y accediendo finalmente a la localidad de Cea.

No olvides tener en cuenta:

El presupuesto del que tendrás que disponer dependerá de las preferencias, sobre todo de alojamiento, que tengas. Por ejemplo, si decides viajar como un auténtico peregrino medieval podrás ajustar tu presupuesto y ceñirte a los escasos seis u ocho euros que cobran los albergues públicos.