Consejos durante el Camino de Santiago

Consejos durante el Camino

Descubre lo que podrás encontrarte durante el viaje, y lo que deberás tener en cuenta mientras avanzas.

Principalmente los albergues públicos, aunque en menor medida también el resto de alojamientos, ofrecen el servicio de lavandería, para que puedas lavar y secar tu ropa a lo largo del Camino.

Una vez llegues a Santiago de Compostela, desde Pilgrim te ofrecemos la oportunidad de realizar tu colada. Así podrás regresar a casa con la ropa impoluta.

Lo recomendable es que las dos o tres primeras etapas no superen los 20 kilómetros y, a partir de ahí, cada uno que vaya aumentando la distancia recorrida en función de la edad y condición física. Lo más habitual es hacer una media de 22-25 kilómetros al día.

También es recomendable parar un mínimo de 10 minutos cada 60 o 90 minutos, caminando para reponer reservas de agua, sacar una foto y realizar estiramientos de piernas y espalda. Esta misma práctica se deberá repetir al principio y al final de cada etapa con intervalos de estiramientos mayores y relajados, donde relajamos como mínimo las piernas, la espalda, los lumbares y los hombros. Los estiramientos nos ayudarán a evitar posibles lesiones, siendo la más típica la tendinitis.

Al comienzo del día debemos caminar suave y sin prisas, una vez que los músculos se hayan calentado, la marcha deberá ser regular y que nos resulte cómoda, es decir que podamos mantener una conversación sin ningún problema. En las subidas, el paso es recomendable que sea más corto y lento y apoyar en el suelo toda la planta del pie, por el contrario, en las bajadas es paso es favorable que sea más largo y rápido siempre que vayamos cómodos.

Un error a evitar es seguirle el paso a alguien que camine más rápido que nosotros, cada uno debe llevar su propio ritmo para evitar cansancio, lesiones, etc.

Es muy habitual encontrarnos con peregrinos empezando la etapa de madrugada, generalmente esas personas pernoctan en albergues públicos y tienen que asegurarse una plaza.

Los albergues públicos se van llenando por orden de llegada, aunque solo admiten peregrinos con credencial, y tendrán prioridad los peregrinos a pie. Además solo podrás pernoctar una noche salvo por fuerza mayor. Siendo así, los peregrinos madrugan mucho para llegar al final de la etapa a media mañana, conseguir plaza y poder visitar así ese lugar.

Si no tienes en mente alojarte en albergues públicos no necesitas madrugar en exceso, puedes descansar y posteriormente disfrutar tranquilamente de la etapa sin que el camino se convierta en una carrera.

Sin embargo, si es verano, lo recomendable es que madrugues un poco para que las altas temperaturas en el centro del día no te pillen en ruta y prevenir así los tan peligrosos golpes de calor.

En el caso de que nos encontráramos extraviados, solo necesitaremos un poco de tranquilidad y serenidad para volver al trazado, puesto que al habernos informado de cada etapa sabremos por los pueblos que transcurre el Camino que estamos recorriendo. Encontrar dichos pueblos es muy fácil, existiendo señalización para acceder a ellos y/o regresar al trazado Jacobeo. Otra opción es preguntar a los lugareños u otros peregrinos.

En última opción, o en caso de estar en peligro, llamar al teléfono de emergencias (112) lo más rápido posible.

Pilgrim ha seleccionado los principales puntos de interés de cada etapa y de cada localidad por los que transcurren todas las rutas jacobeas. Podrás acceder a esta información a través del apartado de Caminos y, dentro de cada ruta, en los correspondientes pueblos y ciudades. Así podrás planificar tus paradas según los puntos de interés que más te gusten.

Si viajas con tu mascota y esta sufre algún tipo de accidente o enfermedad repentina, ponte en contacto con nosotros para localizar el punto de atención veterinaria más cercano. También puedes visitar nuestras fichas de cada localidad para asegurarte de los centros disponibles de cada etapa con antelación para prever este tipo de incidentes.

En cada ficha de las localidades por las que transcurren los Caminos existe un directorio telefónico donde se podrá encontrar, entre otras cosas, los teléfonos de centros de salud y hospitales. Otra opción, en casos más graves, es conveniente llamar al 112 para que envíen una ambulancia a donde se necesite o contactar directamente con nosotros.

En caso de tener alguna lesión muscular o molestias durante tu peregrinación. Pilgrim cuenta con una red de fisioterapeutas por el Camino que te ayudarán con tus problemas.

A lo largo de todo el trazado de los diferentes Caminos de Santiago hay restaurantes o bares en los que ofrecen comidas. La gran mayoría de los pueblos de igual modo tienen establecimientos de restauración donde podrás comer, así como tiendas de alimentación.

Cada persona, según su presupuesto o punto de la etapa, va a decidir donde parar a comer. Si se encuentra en medio de etapa y entre pueblos, lo más habitual es que antes de salir se compre en un supermercado lo necesario para hacer unos bocadillos y comer en ruta. Si decide comer de restaurante, en la gran mayoría hay menús con precios especiales para peregrinos. Visita nuestro apartado de establecimientos recomendados.

No puedes olvidarte de beber suficiente agua en ruta para evitar la deshidratación.

Si has seguidos las instrucciones al caminar que te hemos recomendado, ritmo suave y abundantes paradas, no debes variar demasiado tu dieta habitual siempre que incluyas ciertos alimentos que te den un aporte extra de energía.

La alimentación y la cantidad de agua variarán según la ruta elegida, el clima, el ritmo adoptado, la distancia, etc. La gran mayoría de las veces nuestro cuerpo demandará una mayor cantidad de agua y energía, por ello habrá que aumentar el consumo de agua, frutas y frutos secos en especial. Debes saber que la deshidratación provoca muchas lesiones como sobrecargas musculares, fatiga y tensión por lo que no debes quedarte corto a la hora de rellenar la cantimplora.

En cuanto al almuerzo, es cierto que el gasto calórico es mayor que en nuestra rutina diaria, pero debemos de escapar de las comidas copiosas. Esto provocará que la sangre se centre en el estómago y sentiremos pesadez hasta el final de la etapa. La comida central la debemos hacer al final de la etapa para reponer energía y agua.

Lo recomendable sería:

  • Desayuno: es la comida más importante del día por lo que debes de realizarla lo más completa posible, incluyendo cereales, lácteos, zumo y fruta.
  • Media mañana: durante la marcha es vital beber mucha agua e ingerir alimentos ligeros pero energéticos.
  • Almuerzo: se suele recurrir a bocadillos entre etapa o platos ligeros.
  • Cena: suele coincidir con el final de etapa, debemos recargar nuestras energías para afrontar el siguiente día, para ello es necesario comer bien y recuperar la energía perdida comiendo alimentos ricos en sales e hidratos.