PUNTOS DE INTERÉS ETAPA 3: AZAMBUJA – SANTARÉM
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Iglesia da Nossa Senhora da Conceiçao
La iglesia de Nossa Senhora da Conceiçao se corresponde con la Catedral de Santarém, por lo que acoge la sede de la Diócesis de dicha ciudad. Este templo ocupa hoy en día lo que fue en antiguo Seminario Patriarcal.
Este edificio fue erigido por el arquitecto Mateus do Couto y su labor se refleja claramente en la fachada del mismo, de estilo manierista. Esta fachada se encuentra dividida en cinco cuerpos perfectamente delimitados por la colocación de sus ventanales y por su decoración, en la cual destacan las hornacinas dispuestas para acoger las imágenes de santos. En la parte superior de la fachada destaca un frontón en el que se pueden observar enormes volutas y pináculos.
Convento de San Francisco
El Convento de San Francisco, en Santarém, data de mediados del siglo XIII, momento en que fue creado por el rey Sancho II. Dicha construcción sigue las trazas arquitectónicas propias del estilo gótico mendicante, que destaca por su gran ornamentación, interior dividido en tres naves, transepto largo y cabecera constituida por capillas contiguas.
En el siglo XIV, el rey Fernando decidió renovar el edificio, agregando un coro bajo el interior del templo y mandando edificar un grandioso claustro con el fin de poder ser él mismo enterrado ahí. Sin embargo, su sepulcro se ubica en el Museo Arqueológico do Carmo, en Lisboa.
Se tiene constancia de que en la fachada del convento se levantó un pórtico datado del siglo XV, el cual fue testigo del juramento de João II como futuro monarca de Portugal.
A mediados del siglo XIX, dicho edificio fue convertido en cuartel del Regimiento de Caballería de Santarém y, desde 1999 en este convento se llevan a cabo labores de conservación con la finalidad de recuperar su grandeza arquitectónica e histórica. Es por este motivo que actualmente dicho edificio religioso no se puede visitar.
Iglesia da Nossa Senhora de Marvila
La iglesia de Nossa Senhora de Marvila se encuentra situada en el casco histórico de Santarém y destaca por su estilo manuelino. Este templo es conocido también en el país portugués por Catedral del Azulejo, puesto que se sus paredes se cubren con azulejos datados del siglo XVII. Dichos azulejos son de diferentes colores, entre los que destacan los tonos azules y blancos.
Este templo, en advocación a Nuestra Señora de Marvila (Maravilla), fue declarado Monumento Nacional en la primera mitad del siglo XX.
Iglesia de São João de Alporão
Ubicada en Santarém, la iglesia de S. João do Alporão data del siglo XII y es el único templo de la localidad que conserva restos de estilo románico. Del templo románico podemos contemplar hoy en día los muros, los contrafuertes exteriores y la ornamentación de los capiteles con motivos vegetales.
Sin embargo, resaltan otros elementos de ornamentación en el templo pertenecientes al estilo gótico. En el siglo XIII, la torre de estilo románico que se levantaba en la iglesia fue derruido con el fin de dejar pasar la carroza de la reina María I.
Hoy en día, dicho templo acoge el Museo Municipal de Santarém.
Jardín Portas do Sol
El Jardín das Portas do Sol se encuentra ubicado en la localidad de Santarém y conforma un amplio espacio natural en el que se pueden encontrar diferentes especies arbóreas. Además, este jardín acoge los restos de dos grandes puertas de origen medieval, las cuales formaban antiguamente parte de la muralla.
Este jardín cuenta, además, con varios miradores que ofrecen unas espectaculares vistas panorámicas sobre el río Tajo. Dicho espacio está acondicionado con bancos, parque infantil, restaurante e incluso cuenta con el Centro de Interpretación Urbi Scallabis, en el cual el visitante puede descubrir las distintas etapas cronológicas así como las Ruinas Romanas de la ciudad, explicadas gracias a una proyección audiovisual.
Torre das Cabaças
Ubicada en Santarém, constituye una torre que data del siglo XV y que fue erigida por Manuel I de Portugal. Dicha torre fue construida sobre una base defensiva y fue declarada Monumento Nacional en el año 1928.
Esta construcción presenta una planta de forma cuadrada y se prolonga a lo largo de casi veintisiete metros de altura. De estilo manierista, la edificación culmina en un campanario, que suena a las horas que el reloj marca.
El nombre de esta torre se debe a que, en el siglo XVIII, se colocaron un total de 8 calabazas de cerámica en una base de acero, la cual soporta una gran campana realizada en bronce.
