Camino del Norte: Etapa 27

Emprendemos este viaje en el Ponte dos Santos, puente sobre la ría de Ribadeo que une las tierras hermanas de Asturias y Galicia. Recibe este nombre en honor a las dos capillas situadas en cada uno de sus extremos: la asturiana San Román de Castropol y la de San Miguel de Ribadeo. Estamos oficialmente en Galicia, por lo que a partir de este momento deberemos de fijarnos en las vieiras o mojones que nos muestran el camino. En la comunidad gallega la parte más abierta de las mismas indica la ruta correcta a seguir, al contrario que en Asturias. Una vez traspasado, lo primero que veremos de Galicia será la pequeña capilla de San Miguel, rumbo al casco histórico de esta villa a través de a Estrada do Faro y la Avenida Leopoldo Calvo Sotelo. Al final de la misma giramos a la izquierda por la calle Rodríguez Murias y luego a la calle V.Bierzo. Desde este punto accedemos al Cantón y a la famosa Torre dos Morenos, declarada Bien de Interés Cultural. Este tipo de edificación era típica de los emigrantes que retornaban del continente americano, también se conocen por el nombre de casas de indiano.

Justo antes de introducirnos por la zona arbolada giramos a la derecha hacia la calle de San Francisco, Avenida de Asturias y de nuevo a la derecha por la calle Diputación. Abandonaremos definitivamente Ribadeo por la calle San Lázaro, justo al lado de un campo de fútbol, internándonos ya en caminos rurales rumbo a iglesia parroquial de Ove. Este templo acogió durante muchos años a la Orden de Malta, ya que su posición a la vera del Camino facilitaba que estos pudieran ayudar a los peregrinos.

Toca afrontar el primer reto del día, la subida a Ponte de Arante por una pista forestal. Dado que se trata de una pista de tierra, en épocas lluviosas es muy usual que se inunden algunas zonas, los más previsores puede que prefieran desviarse por la LU-133 dirección a San Vicente. Si continuamos por la pista, siempre de frente, nos internaremos en una pista asfaltada, donde más adelante tomaremos un desvío a la izquierda en el lugar de la Fonte do Valín, muy famosa por la calidad de sus aguas. Tras un trecho de tierra llegaremos a la parroquia de Cubelas, donde comenzamos de nuevo a ascender ligeramente para girar más o menos a la mitad de la pendiente a la izquierda. Cruzamos en ese punto la carretera para continuar hacia la aldea de Vilela, donde un poco más adelante a la altura de una bifurcación varias señales nos mostrarán la existencia de un albergue, una casa rural y un mesón. Es conveniente advertir que hasta Lourenzá no encontraremos más servicios, ni de alojamiento ni de restauración.

De nuevo por un camino ascendente nos aproximamos al lugar de Celeiros, repleto de prados y ganado. Luego, tras alcanzar el lugar de Vilar, nos desviamos hacia un camino de tierra por la derecha, hasta toparnos con la iglesia de San Vicente de Cubelas. Seguimos descendiendo en este caso hasta A Ponte Arante, lugar donde se ubica la iglesia de Nosa Señora das Virtudes y donde se celebra cada año la romaría das Cruces, donde se rememora la batalla de Arante, donde vecinos de la zona lucharon contra los invasores franceses en 1809 bajo la protección de la Virgen. Desde aquí nos encontramos con la segunda dura subida de esta etapa, por un camino empedrado y luego por una pista de asfalto. Tras alcanzar la cima y el concello de Barreiros toca descender hacia Villamartín Pequeño, donde podremos rellenar nuestras cantimploras en una fuente de agua potable. Volvemos a subir ligeramente hacia Villamartín Grande para un poco más adelante cruzar una carretera comarcal y bajar a Gondán, municipio que cuenta con un albergue municipal. Seguimos descendiendo por pistas entre pequeñas aldeas hasta San Xusto, donde al fin podremos reponer fuerzas en el bar A Curva. Salimos del pueblo desviándonos por una pista de tierra a mano izquierda, justo al lado de un pozo para ahora sí afrontar el último gran repecho de esta jornada hasta Vilanova de Lourenzá por una sucesión de pistas forestales de tierra y gravilla. Tan sólo nos queda una hora de caminata entre el monte Calvario para alcanzar la iglesia de Santa María de Lourenzá. Continuamos descendiendo hasta llegar a un campo de fútbol a partir del cual tomamos un desvío a la derecha para discurrir por un sendero estrecho y muy inclinado que termina en la carretera general, que da acceso al pueblo. Accederemos a él por el Ponte da Pedra sobre el río Baos, situándose el albergue en la rúa Campo da Gracia. No podemos irnos de Lourenzá sin visitar el espectacular monasterio benedictino de San Salvador, fundado por el Conde Santo (Osorio Gutiérrez). De su interior destaca el sepulcro del Conde en la Capilla de Valdeflores y uno de los relicarios más bellos de toda Galicia. También es de visita obligada la iglesia de Santa María, cuya fachada fue parte de un proyecto de ensayo para construir la del Obradoiro en Santiago.

No olvides tener en cuenta:

El comienzo de esta etapa en Ribadeo puede confundir a más de un peregrino ya que la señalización en dicha localidad puede resultar un tanto liosa. Tan sólo debes de seguir las indicaciones marcadas en el itinerario.

Como ya hemos destacado, es conveniente prever que tendremos que recorrer algo más de quince kilómetros sin servicio alguno, siendo necesario avituallarse correctamente en Vilela.

Los bicigrinos tan sólo encontrarán alguna dificultad en la subida de A Ponte Arante y algún que otro tramo que puede estar embarrado en temporada de lluvias, debiendo extremar la precaución del mismo modo que las personas con movilidad reducida. En este caso recomendamos desviarse entre Vilela y A Ponte por la LU-133 hasta la ermita de Nosa Señora das Virtudes.