A comienzos del siglo XII se levanta en un intrínseco robledal (carballeira en gallego), en los márgenes del río Sarela y del convento de San Lourenzo de Trasouto. Este edificio, que con el paso de los siglos fue transformado en pazo (palacio) y que hoy en día funciona como restaurante dedicado a grandes eventos, todavía conserva a su alrededor un bosque de robles centenarios, dispuestos sobre una extensión aproximada de ocho mil metros cuadrados y en donde se puede apreciar una fuente y dos cruceiros.

Cierto es que el roble es el árbol más característico y sagrado de Galicia,  por lo que las carballeiras han sido a lo largo de la historia un punto de encuentro, reunión y celebración. Es por ello que la Carballeira de San Lourenzo fue la protagonista de la obra Follas Novas de la escritora gallega más universal, Rosalía de Castro.

En este robledal todavía se conserva la primitiva ordenación de los parques urbanos creados durante el siglo XIX, lo cual le confiere al entorno un ambiente nostálgico ideal para la meditación. Además, la disposición de los carballos aporta al entorno un aspecto sombrío que contribuye también a la reflexión.

El parque, integrado perfectamente en la ciudad compostelana, se encuentra acondicionado, a además, con parque infantil, bancos y áreas de césped que invitan al descanso. El entorno es ideal también para las personas que deseen practicar deporte, pues se puede recorrer en bicicleta.