Avenida Juan XXIII

La Avenida de Xoán XXIII se inaugura a finales del año 1950 con el objetivo de hacer más accesible y directa la entrada de los visitantes y peregrinos al interior del centro histórico de la ciudad compostelana.

Esta avenida nace justo en el mismo lugar donde se levanta el Convento de San Francisco, en la calle del mismo nombre y se prolonga hasta la plaza da Paz, en las proximidades de la sede de la Xunta de Galicia.

Gracias a la urbanización de esta vía, cuya obra fue terminada en 1994, se pudieron solucionar algunos problemas de tráfico, como por ejemplo, las necesidades de contar con un aparcamiento.

Esta avenida conecta el centro histórico, por tanto, con el Campus Norte de la Universidad de Santiago. Es por ello que dicho espacio congrega tanto a peregrinos como a estudiantes, creando así un ambiente dinámico fascinante en la ciudad. A medida que el visitante recorre la avenida se puede adentrar en paisajes naturales muy bellos, que cuentan con maravillosas vistas al Monte Pedroso. A lo largo del recorrido que abarca esta avenida destaca una gran marquesina construida a base de soportes de acero con forma cónica, los cuales sostienen una cubierta de cristal que permite que, tanto los visitantes como los compostelanos, en caso de lluvia, puedan resguardarse en la misma durante su andadura hacia el centro histórico. La cubierta de dicha marquesina va menguando en altura a medida que el visitante se va aproximando al conjunto monumental. Además, el mobiliario urbano del paseo se completa con una sucesión de bancos dobles con estructura metálica y asiento de madera y con una gran baranda de acero inoxidable.