Seguramente una de las primeras cuestiones que se nos plantean a la hora de hacer el Camino es como puedo saber si estoy preparado para hacer el Camino de Santiago.
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En primer lugar, queremos tranquilizaros, el Camino es accesible para todo el mundo, ya que, gracias a su flexibilidad este se puede adaptar a todos los perfiles de peregrino existentes.
De todas formas debemos tener en cuenta ciertos factores que a continuación os comentaremos para que vuestra peregrinación sea lo más satisfactoria posible.
¿SE NECESITA ENTRENAMIENTO PARA HACER EL CAMINO DE SANTIAGO?
Como hemos comentado en entradas anteriores, sí que se necesita un proceso de adaptación, ya que no todo el mundo tiene ciertos hábitos deportivos adquiridos, fundamentales a la hora de afrontar una experiencia que entraña un mínimo de esfuerzo físico.
Sabemos de buena mano que cada peregrino es diferente, pero generalizando establecemos que de media, una persona que pretenda hacer el Camino de Santiago debe de seguir una preparación física moderada.
PEQUEÑOS CONSEJOS PARA LA PREPARACIÓN FÍSICA DEL CAMINO DE SANTIAGO
- Acostumbrar tus articulaciones a caminar durante un período comprendido entre los 60 y 90 días anteriores al comienzo de la peregrinación.
- Salir a caminar al menos 3/4 veces por semana en sesiones de unas dos horas durante el primer mes, tras finalizar este entrenamiento deberías ser capaz de caminar durante 3 horas sin problema.
- Ir aumentando el número de sesiones por semana y las horas de recorrido
- Intercalar terrenos llanos con otros en los que varíe el trazado, es decir, que la orografía presente numerosas elevaciones y bajadas. Esto servirá para acostumbrar las rodillas y los tobillos a las variaciones del terreno muy presentes en la ruta jacobea.
- Usar el calzado y mochila que vas a llevar al Camino: Durante los últimos 30 días de la preparación recomendamos que empieces llenando la mochila progresivamente de peso hasta alcanzar el 10% del peso corporal, así adaptaremos a nuestro cuerpo a caminar con el mismo equipo que vamos a utilizar durante la peregrinación.
- Recuerda hidratarte siempre y estirar: Antes y después de cada sesión de entrenamiento, tampoco está mal pasar un chequeo médico antes de emprender actividades que impliquen un esfuerzo físico reseñable.
Aunque a priori parezca mucho tiempo de preparación sabemos a ciencia cierta que siguiendo este proceso llegarás al Camino con mucha más confianza y seguridad en ti mismo, y créenos la preparación anímica también es muy importante a la hora de afrontar esta experiencia.
ES IMPORTANTE NO SER DEMASIADO EXIGENTES CON NOSOTROS MISMOS
Es fundamental conocer nuestros límites y no exigirnos demasiado, ya que, de lo contrario, solo conseguiremos alimentar nuestra frustración y transformar una experiencia mágica, como es el Camino de Santiago, en una vivencia traumática que nos aportará malos ratos de manera innecesaria.
Antes hemos hablado sobre la preparación física pero es igual de importante o más prepararnos mental y anímicamente.
Tenemos que ser conscientes de que vamos a afrontar una situación que nos exigirá esfuerzos físicos constantes en un espacio prolongado de tiempo.
PLANIFICAR ES LA CLAVE
Nosotros os animamos a planificar las rutas, adecuándolas a vuestra condición física, para que nos ayude a gestionar la frustración que anteriormente os mencionábamos y a tomároslo como una experiencia recreativa, no como una obligación, ya que sí nos lo tomamos así, no vamos a disfrutarlo como se merece.
Tras estos consejos estamos seguros que hemos despertado en ti el gusanillo de recorrer el Camino de Santiago.
Además, ahora ya no puedes dudar, y es que ya tienes los medios para saber si estarás preparado o no, así que coge tu mochila, empuña tu bastón y lánzate a descubrir todos los secretos que la ruta jacobea encierra.
¡Ultreia Peregrinos!
