Camino Portugués: Etapa 18

Volvemos sobre nuestros pasos hasta el puente medieval, el cual cruzamos con dirección al albergue de peregrinos, donde tomamos un desvío a mano derecha. Tras unos metros sobre firme asfaltado nos sumergimos entre viñedos, muy característicos de esta zona. Antes de llegar a nuestra primera parada, cruzaremos con precaución la EN-306 dirección a la Quinta de Sabadão para seguir el curso del río Labruja, el cual cruzaremos en varias ocasiones más adelante. Dejando atrás la Quinta, por una pista que nos lleva a un viaducto de la IP9 llegamos a Arcozelo, freguesia del concelho de Ponte de Lima. Esta villa destaca por su bella iglesia de Santa Marinha de Arcozelo y la Casa do Outeiro, del siglo XVI. Un poco más adelante, llegaremos a Regatal Costa, donde cruzamos el río y continuamos por una senda empedrada con dirección al Parque de Pescas Riba Rio, lugar perfecto para hacer un alto en el camino. Proseguimos por otra pista y tras cruzar de nuevo el río ,cogemos otro sendero hasta Arco, donde podremos visitar la pequeña ermita de Nª Sª Das Neves y su cruzeiro. Es importante destacar que esta localidad será el último punto donde podremos avituallarnos, concretamente en un bar-tienda justo al lado de la iglesia.

Ponemos rumbo, ahora por una pista asfaltada, a la famosa Fonte das Tres Bicas, lugar envuelto en mágicas leyendas de hadas y peregrinos. Antes pasamos por Balada y Espinheiros, apreciando las espectaculares vistas que nos ofrece el entorno del valle de Labruja. Tras pararnos y refrescarnos en uno de los tres chorros de la fuente, donde también paraban ya en el siglo XIX las diligencias que pasaban por Leiria, afrontamos la parte más dura de la etapa: la subida al Alto de Portela. Comenzamos la dura subida por un camino empedrado y, tras un breve tramo por asfalto, afrontamos la pendiente en un camino de tierra y piedras. Antes de coronar la cumbre, la Cruz dos Mortos o la Cruz dos Franceses, en honor a los soldados portugueses que combatieron a lo franceses al mando de Napoleón que perecieron en las contiendas de la península. Ahora toca descender todo lo que hemos subido, entre pinos afrontamos un duro repecho que nos conducirá a Aqualonga y a su iglesia de São Paio. Nos reencontraremos más adelante con la carretera N-201 para tras superar una ermita desviarnos hacia la derecha. El camino se interna sobre una antigua vía romana, entre los bosques del Monte da Costa, el cual nos conducirá a la iglesia de São Pedro de Rubiães, cuya primera referencia data del siglo XIII. Destacan las figuras de animales de los capiteles de la portada principal y varias sepulturas medievales. En este templo, fuera del camino pero a tan sólo unos 400 metros del albergue, predomina el estilo románico y fue clasificado como Monumento Nacional en la década de los noventa.

Rubiães, freguesia del concelho de Paredes de Coura, no es una localidad muy poblada, tan sólo unas quinientas personas la habitan, pero alberga varias joyas patrimoniales entre las que destacan su iglesia románica dedicada a San Pedro, un puente medieval, el solar das Antas y varias capillas de gran belleza.

No olvides tener en cuenta:

En esta etapa realizaremos la mayor subida de todo el Camino Portugués, al Alto da Portela, teniendo los ciclistas que cargar con las bicicletas en algunos tramos rocosos de este repecho. Los que deseen realizar esta subida más fácilmente, pueden pedalear primero por la carretera M-522 y luego enlazar con la N-201.

Para las personas con discapacidad, esta subida también será un quebradero de cabeza dada la cantidad de piedras sueltas y “escalones”, por lo que también se recomienda seguir por asfalto.