Camino Fisterra-Muxía: Etapa 2

Salimos del centro de Negreira siguiendo el antiguo camino real por la calle de San Mauro y alcanzando rápidamente el pazo de Cotón pasando bajo su gran arco. Al llegar al margen del río Barcala lo cruzamos y continuamos por el paseo fluvial hasta llegar a un cruce con una carretera, la cual asciende hasta Negreira. Una vez en esta pequeña aldea tendremos que dejar esta vía a mano derecha y caminar hacia la iglesia de San Xián y a su cruceiro del siglo XVIII. Seguimos caminando entre pequeñas casas y un mojón nos indicará que debemos adentrarnos en un robledal, rumbo al alto da Cruz. En pleno ascenso tendremos que salir de nuevo en busca del asfalto y seguirla hasta San Mamede de Zas, punto donde nos desviamos de nuevo para continuar casi cinco kilómetros más intercalando pistas de tierra con tramos sobre asfalto. Poco a poco nos iremos aproximando a la aldea de Camiño Real, cuya denominación deja entrever la existencia de un antiguo sendero que se dirigía a Fisterra. Siempre rodeados de extensos y frondosos bosques seguiremos ascendiendo por el valle de A Barcala, atravesando los núcleos de Rapote y A Pena, habiendo descendido momentáneamente hasta un cauce de agua. Ya en este pueblo dejaremos atrás la iglesia de San Mamede y acto seguido accederemos a otro pequeño núcleo habitado, en este caso el de Piaxe. Tras este tramo de exuberante vegetación y relajación absoluta tendremos que volver a pisar el asfalto, justo a la altura de Portocamiño y siguiendo hasta Cornovo. Pero al abandonar este último retomaremos el paisaje rural, concretamente al llegar al cruce de Gorgal y Xallas y cruzando sobre el regato de Forxán. Tras este breve respiro retomamos el asfalto para entrar en Vilaserío, donde a pesar de ser una pequeña aldea hay dos albergues. Aún nos encontramos en tierras de Negreira pero ya nos estamos aproximando a su punto límite con Mazaricos, alcanzando en aproximadamente un par de kilómetros su última población: Cornado. Desde aquí se nos avecinan unos cuantos repechos, en primer lugar por pistas de tierra y al rato desembocamos en la DP-5604, la cual seguimos momentáneamente para desviarnos a la izquierda a escaso medio kilómetro. Pasaremos por varios cruces pero todos ellos se encuentran bien indicados por lo que no tendremos problema alguno para ubicarnos a través de las pistas forestales hasta el río Maroñas. Lo cruzamos y nos adentramos ya en As Mariñas, otra pequeña aldea que consta de varios establecimientos de turismo rural por los que no pasa el trazado pero sí se aproxima bastante. Siguiendo el camino llegaremos a un área de descanso y justo después tendremos que cruzar la carretera con mucha precaución y continuar a mano izquierda, en dirección a Muros. Por esta carretera llegaremos rápidamente al albergue de Antelo y a un bar, donde podremos hacer una parada intermedia e incluso llenar nuestras mochilas con algunos tentempiés.

Comenzaremos ahora a caminar por el monte Aro, rodeándolo por su vertiente derecha y descendiendo con la mirada puesta en el embalse da Fervenza, ubicado en los valles del Xallas. A continuación pasaremos por los lugares de Campo Valado, Porteliñas y Abeleiroas, alcanzando en unos metros desde allí ya iglesia de San Cristóbal de Corzón, muestra perfecta de la arquitectura popular y la cual alberga algunos retablos barrocos y neoclásicos. Gracias a una pista de algo más de un kilómetro nos posicionaremos en un momento en Mallón, punto en el que torcemos a la derecha para coger la carretera próxima al río Xallas. Ya no queda nada para finalizar esta etapa, caminando ahora en busca del puente que da nombre a la localidad de Olveiroa. Lo cruzamos y rápidamente visualizamos el albergue y restaurante; el camino sigue de la mano del arcén hasta Olveiroa, desviándonos a la izquierda un poco más adelante y adentrándonos por fin en el centro de esta localidad, la cual ha ido ganando peso en los últimos años gracias a la Ruta Jacobea.

No olvides tener en cuenta:

Se trata de una etapa con un elevado kilometraje, notando sobre todo el cansancio en el descenso hasta Vilaserío. Como siempre, debemos prestar mucha atención a los cruces por carretera. Salvo estas excepciones esta etapa no presenta dificultades salientables.